Tras la conquista del Polo por Amundsen en 1911, ya sólo quedaba realizar la gran travesía antártica. Y es Sir Ernest Shackleton quien organiza una expedición con la idea de cruzar la Antártida partiendo desde el Mar de Weddell hasta el Mar de Ross, pasando por el Polo Sur. La duración de la travesía fue estimada en 120 días por Shackleton, pero fueron algunos más…
Arrastran los tres botes rescatados del naufragio del Endurance sobre el hielo hacía la travesía muy lenta y dura. Shackleton decide situarse sobre una gran masa de hielo y dejar que las corrientes marinas les llevaran hacia el Norte. El 31 de diciembre de 1915 pasan la línea del Círculo Polar Antártico.
Frank Wild, uno de los lugartenientes de Shackleton, organizó la vida sobre el pack de hielo. Pusieron los botes invertidos de forma que les sirvieran de habitáculo, cazaban focas y pingüinos. Practicaban cantos corales, celebraban los cumpleaños y se leía la Enciclopedia Británica. Había que mantener la moral.
En abril de 1916 la masa de hielo comenzaba a fragmentarse. Decidieron echarse al agua y derivar sobre las tres embarcaciones (James Caird, Stancomb Wills y Dudley Docker). Alcanzan la Isla Elefante en la punta norte de la península antártica. Hacía 16 meses que no pisaban tierra firme. Habían recorrido por lo menos unos 3.500 kilómetros.
Pero no todo estaba hecho, allí, aislados en una pequeña isla era inútil esperar ninguna ayuda. Shackleton decide dirigirse a la isla Georgia del Sur, a 800 millas, en cuyo lado norte estaba situada una estación ballenera noruega, atravesando el mar en el James Caird, bote ballenero a vela de 6.7 metros de eslora y 1.8 metros de manga.
En su travesía le acompañarán Worsley, comandante del Endurance, Crean el segundo oficial, MacNeish, el carpintero, y dos marineros: MacCarthy y Vincent. Tuvieron que esquivar icebergs y luchar contra las infernales condiciones de uno de los mares más temidos por todos los marinos del mundo.
El día 10 de mayo, tras varios intentos frustrados, desembarcan a salvo en una playa de la costa sur de la isla Georgia del Sur. El paisaje frente a sus ojos era espectacular: picos helados y glaciares. Y, al otro lado, la bahía de Stromness y la estación ballenera. Estaban a unas 25 millas de la salvación. McNeish y Vincent estaban demasiado débiles y Shackleton decide dejarlos al cuidado de MacCarthy. El 15 de mayo de 1916, Shackleton, Worsley y Crean parten hacía la bahía de Stromness, teniendo que atravesar a pie montañas heladas y glaciares. Al día siguiente escuchan la sirena de la factoría ballenera noruega.
Con sus rostros demacrados, cubiertos de barba y con ropas harapientas solicitan ver al responsable (Sr. Sorlle) que inmediatamente les acoge. “¿No me conoce? Mi nombre es Shackleton ”.
Inmediatamente Worsley parte hacia el lado sur de la isla para recoger a los tres hombres que habían quedado allí. Por su parte, Shackleton consigue el ballenero Southern Sky y, dos días después, parte hacía la Isla Elefante a recoger al resto de sus compañeros junto con Crean y Worsley. El hielo les hace retroceder hasta las Islas Falkland, donde el gobierno uruguayo les cede un barco arrastrero. Nuevo fracaso. Desde Punta Arenas, con la ayuda de los residentes británicos fleta una goleta, la Emma, que también fracasa en el intento.
Por fin, el 30 de agosto de 1916, a bordo del remolcador Yelcho de la Armada Chilena, capitaneado por el Piloto Pardo, Shackleton consigue llegar a la Isla Elefante. Desde cubierta cuenta los hombres que se arremolinan en la playa y grita a Wild: “¿Estáis todos bien?” Wild responde: “Todos a salvo, todos bien”.
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