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Metodologías Ágiles

Nuevos tiempos …¿viejos métodos?

Los métodos convencionales que se han ido aplicando en el siglo XX van encaminados hacia una mentalidad en la que el alcance del resultado de los proyectos a desarrollar no cambia estructuralmente. Es decir, se conocen de primera mano los requisitos del cliente, las circunstancias socioeconómicas, etc. lo que nos lleva a una situación predecible, en gran medida por la escasa evolución tecnológica que había antaño.

Sin embargo, en el siglo en el que vivimos existen muchos proyectos en los que la incertidumbre y los cambios son una constante. Nada es estático ni estable y siempre hay cambios. La tecnología no deja de mejorar día a día y las necesidades del cliente varían frecuentemente.

Por ello, la solución más eficaz es adaptarse y convivir con el caos, tomando como referencia las metodologías ágiles y así hacerle frente. También apuestan por involucrar al cliente como miembro del equipo que trabaja en el proyecto. Asimismo, instan a aceptar los cambios y a aportar entregas periódicas de valor real al cliente cada poco tiempo, contribuyendo a aumentar su confianza consigo mismo y con el equipo.