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Metodologías Ágiles

De acuerdo al Informe Chaos Report del Standish Group de 2019, casi un 84% de los proyectos empresariales relacionados con las IT fallaron parcial o completamente debido a una mala planificación del tiempo y de costes. Esto se debe a múltiples razones: baja productividad, falta de motivación, prisas o costes extra, entre otras.

Muchas compañías trabajan en torno a una metodología tradicional o de cascada, obedeciendo a una filosofía de inmutabilidad y sin adaptarse a nuevos cambios. Se centran en el día a día en lugar de enfocarse en objetivos a largo plazo, por lo que asumen más riesgo y logran una baja productividad.

Por ello, y para evitar contratiempos, es fundamental sustituirla por el método ágil. Gracias a esta técnica, se lleva a cabo una adaptación a unas circunstancias cada vez más cambiantes: se consiguen entregas de valor hacia los clientes, mayor confianza en la ejecución del equipo y, sobre todo, un cambio de mentalidad: aprender de los errores a través del ‘ensayo y error’, ya que como mejor se aprende es mediante la práctica.