Cuando hablamos sobre proyectos empresariales, existe la creencia de que muchos fracasan debido a la ausencia de clientes. Nada más lejos de la realidad, la mayoría no salen adelante por la falta de capacidad de producción, conocimiento o recursos.

Esto ocurre porque no hay procesos que gestionen el desarrollo del cliente, sino el del producto. Por lo tanto, la solución pasa por construir un proceso de desarrollo de clientes basado en cuatro fases: el descubrimiento, la validación, la creación y la construcción de la empresa o proyecto.

El Desarrollo de Clientes es el proceso que permite buscar el segmento de clientes que hoy tiene el problema o dolor más grande y poder construir una solución eficaz en conjunto con ellos. A través de este procedimiento, resulta fácil ver cuál es realmente el problema del cliente para así poder conocerlo mejor e ir modificando el modelo de negocio hasta encontrar uno definitivo que funcione.