Gracias a las metodologías ágiles, podemos dividir nuestra organización en equipos pequeños, interdisciplinarios y auto-organizados. Además, planificamos el trabajo en una lista de entregables de valor, pequeños y concretos los cuales se ordenan por prioridad y esfuerzo relativo.

Como resultado, tenemos un equipo diverso (que aporta creación de valor) y autocontenido con distintas unidades de negocio, habilidades, conocimientos, edades, seniority, experiencia, etc.

Los siguientes tips son indispensables para poder implementar metodologías ágiles en nuestro proyecto:

- Divide el tiempo en iteraciones cortas de longitud fija (generalmente de 1 a 4 semanas), con producto potencialmente entregable y de valor demostrable después de cada iteración.
- Optimiza el plan de entregas y actualiza las prioridades en colaboración con el cliente, basada en los conocimientos adquiridos mediante la validación con el/los cliente/s del entregable después de cada iteración.
- Optimiza el proceso teniendo una retrospectiva después de cada iteración.

Como resultado, en lugar de un grupo numeroso pasando mucho tiempo construyendo algo grande… tenemos equipos más pequeños pasando tiempos más cortos construyendo muchos ”algos” menores. Pero integrando el todo con regularidad para nunca perder de vista el conjunto.